viernes, 20 de marzo de 2009

¡No al préstamo de pago en Bibliotecas!


En estas últimas semanas hemos recibido algunas visitas de escolares en la Biblio. En ella les hemos mostrado la dimensión virtual, aunque no irreal, de nuestros servicios, otro forma de "entrar" y "acercarse" al mundo de los libros... de la lectura... de la información... de la Biblioteca... a través de nuestra web y de nuestro blog.

Algo que les llamó la atención fué la imagen que acompaña a nuestro servicio de préstamo, el logo de la Plataforma del "NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS" con la que hemos querido
apoyar la campaña que muchos bibliotecarios de nuestro país iniciamos para llamar la atención sobre el peligro que puede suponer para nuestras instituciones culturales la Directiva Europea sobre copyright y propiedad intelectual, normativa que ya se aplica en algunos países comunitarios en los que se viene cobrando por el alquiler y préstamo público de las obras de creación.

La inquietud y el interés mostrado por los chicos nos ha parecido tan interesante, que hemos querido lanzar de nuevo una campaña de información a través de nuestro rinconcito en la red y así acercar el contenido a nuestros usuarios.

Si quéreis saber más, y lo último sobre el tema, podéis entrar en la web de la Plataforma Contra el Préstamo de Pago en Bibliotecas

Hay ya muchos colectivos que se han adherido a esta campaña: biliotecarios, libreros, profesores, investigadores, usuarios e incluso escritores, entre ellos José Luis Sampedro, que así lo manifiesta en el artículo que aquí te traemos:

POR LA LECTURA

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo.

Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?.¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.

Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña.

¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro


Otros documentos de interés pueden ser:

Manifiesto a favor del préstamo público
Manifiesto específicamente para autores
Manifiesto de profesores universitarios
Carta enviada al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero

Y tú, ¿qué oipinas sobre esto?

1 comentario:

  1. Soy Karen por su nombre soy de España Estoy tan excitado tanto y no sé cómo expresar mi sentimiento por el buen señor Larry Scott, que es un prestamista en línea hizo por mí después, he perdido a mi marido que estaba en la deuda porque no podía cumplir con mis cuentas así que traté de aplicar de mi banco no podría ser aprobado porque yo estaba en la lista negra, así que empecé a buscar por otros prestamistas en línea, pero no tuve suerte por primera vez porque yo estaba estafado a cabo por los prestamistas falsos que pretenden ser cristianos, ya que iba a través de Internet cuando me encontré con una señora que recibió un préstamo de este mismo Larry Scott, así que me dije a mi mismo que tengo que darle una oportunidad de aplicar de su compañía a pesar de lo que tengo antes de pasar a través de las manos de los prestamistas falsos. He aplicado a la empresa y después de las próximas 24 horas se aprobó el préstamo y que era pedir a pagar por el Seguro, que lo hice, pero me daba miedo hacerlo en el primer lugar lol pero yo dije te voy a dar una oportunidad yo estaba tan sorpresa que la transacción se ha ejecutado sin problemas sin cargos adicionales Me sorprendió por lo que dijo que la única cosa que puedo hacer para mostrar mi gratitud y reconocimiento es para promover su compañía así que si cualquier cuerpo está por ahí buscando a alguien que le ayude con una i préstamo le asesorará en contacto con él con su correo electrónico (scottlarry816@gmail.com) o llame a su número de teléfono + 1-6812-035-322 para obtener cualquier cantidad que desee. Sr. Larry Scott, Dios siempre los bendiga por la ayuda que ha hecho por mí.

    La señora Karen Phelps

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